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miércoles, 5 de mayo de 2010

· Enriquecimiento $

Es una cuestión de carácter y de bondad. Desde luego nadie se hace rico trabajando todos los días; se necesita también un afán de conseguir metas y anteponer la ambición a los escrúpulos. Pero no sólo. También viene determinado por el factor “oportunidad”: estar en el momento adecuado en el sitio preciso, por el factor inteligencia llámese tmb olfato para los negocios, capacidad organizativa, ilusionadora, etc.
Lo que ocurre según mi experiencia, con respecto a lo que es la observación de mi entorno, es que se cumple con bastante frecuencia el aspecto menos noble del enriquecimiento: “las altas cumbres están llenas de rapaces y de reptiles” que son los únicos capaces de llegar a esas roquedades debido a sus garras y a su capacidad de serpentear.
El tema felicidad es otra cosa, sobre todo si lo entendemos en el aspecto de la tranquilidad de conciencia. Eso sí los cuestionamientos morales, si se quiere “los remordimientos”, sólo los tiene la gente de bien. Los desalmados no se plantean esas cosas.

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