· Regúla pero no recúla

Otra vuelta de tuerca (por cierto excelente novela de Henry James). La manía de papá estado de intervenir en todo. La necesidad-necedad de tener que regularlo todo, lo que provoca que los ciudadanos nos cuestionemos cualquier situación por simple que esta sea, llevados por la confusión y la ausencia de rumbo. Nos anulan la lógica del pensamiento (agudizado en los jovenes). Nos enzarzamos en discusiones de si se debe o no se debe por ley hacer esto o aquello. Provocan con su sistemático bombardeo de “normas de regulación social” que nos quedemos igual de insensibles, indiferentes y alelaos cuando se vulneran derechos fundamentales del individuo por parte del estado “protector”.

Sin embargo somos un país donde todo el mundo entiende de todo. Jamás escucharás decir en España “no opino de esta cuestión puesto que no tengo información suficientemente contratada, y por lo tanto no tengo una opinión formada al respecto”, jamás en este país. Todo el mundo entra al trapo de todo.
Hablamos de todo pues tenemos un “talante” abierto, simpático y extrovertido… mucha retranca…mucha guasa. Pues nada a coger el pito de carnaval, porque nos están tomando el pelo. Bueno mientras haya pelucas de rubio-platino para lucir en las cabalgatas del orgullo gey….